lunes, 5 de agosto de 2013

Descripción vivienda, Anderson Santos.



Floridablanca, un municipio del departamento de Santander en la que se encuentran 263,096 habitantes, con una extensión aproximada de noventa y siete kilómetros cuadrados. Conocida por sus obleas, su turismo y sus parques, y así municipio conformado por doscientos sesenta barrios, los cuales están divididos en ocho comunas. En uno de estos barrios llamado Hacienda San Juan se encuentra nuestra vivienda. Una propiedad de color blanco de tres pisos, con rejas, un garaje bastante amplio y un pequeño mirador. Un inmueble de carácter familiar en la que se alojan en todos sus niveles miembros de la familia.

 

Yo vivo en el segundo nivel de la vivienda, en el que se dispone de aproximadamente unos cincuenta y cinco metros cuadrados, en los que se cuenta con una habitación principal designada para mi padre, y otras dos de igual tamaño pero sin el beneficio de tener baño privado en las que mi abuela y yo descansamos respectivamente cada uno en la que le corresponde; dos baños sencillos con tonos blancos y celestes que hacen juego con el resto de la vivienda, uno ubicado en la habitación principal y otro cercano al hall de estar, sitio en el que por decirlo así nos reunimos frecuentemente en familia. Un salón comedor en el que un particular juego de mesa triangular de cuatro puestos denota un poco de abstracticidad seguido de una cocina integral y un espacio destinado para los utensilios de aseo.

 

 Describir las habitaciones de los demás me parece algo raro, por llamarlo así, ya qué cada quien ve en su habitación algo supremamente diferente a la visualización que tiene un desconocido cuando entra en ella; sería como estar pisando tierras extrañas en las que la historia que ha pasado por ellas no llega a tener noción en el espectador. Por eso sólo dedicaré tiempo para hablar de mi salón de la justicia, mi guarida, mi escondite, mi habitación.

Un cuarto amplio con paredes de tonos blanco y azul, con una cama sencilla pero más larga que las demás, debido a mis 1,84m de altura ubicada junto a las paredes de la habitación para evitar caídas, una mesa de noche al lado derecho de la cama con una lámpara en forma de nave espacial que años anteriores logré ganar en un juego; frente a mi lugar de descanso se encuentra un armario color negro y sobre este un televisor que en muy rara ocasión es encendido. En mi habitación también está ubicado mi centro de estudios por llamarlo así, el cual está conformado por un computador ubicado sobre un gran escritorio, una pequeña biblioteca en la que se almacenan mis fuentes de consulta, algunos libros, las agendas de la universidad y el resto de material en el que me apoyo para estudiar.

 

 Terminando con la descripción de mi habitación, resaltaré la pared más importante de mi cuarto, lugar en el que se conservan cuadros, medallas y diplomas que en alguna etapa de mi vida logré obtener y que hoy son almacenados como recuerdos que nunca serán olvidados.     Y así termino de tratar de resumir este lugar, éste espacio rodeado por cuatro paredes, en el que sin lugar a duda puedo sentirme protegido, a salvo, tranquilo, cómodo. 


                                                                             




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